Sobre el género en los deportes
Cuando publiqué una crítica de la decisión de World Athletics respecto a su decisión de prohibir la presencia de mujeres trans en competencias, en Instagram algunas personas me rebotaron. Ahora voy a hacer un texto sobre por qué esta decisión es la peor que pudo haber tomado World Athletics y demuestra el nivel de ignorancia, transfobia y misoginia que domina allá.
Originalmente publicado en Twitter, adaptado para lectura como artículo.
Ahora sí, vamos por partes.
Parte I: ✨ La trampa del binarismo en un mundo de espectros ✨
El sexo es un espectro. Eso no está en la discusión hoy, es simplemente un hecho. (bueno y si quieres saber más sobre el espectro del sexo, Hank Green lo explica de manera excelente)
Lo que estamos revisando hoy es cómo manejar la existencia de atletas que están por fuera del binarismo tradicional de género y sexo. Hay varias opciones:
-
Primera opción: buscar un rasgo biológico y aplicar una división binaria imaginaria. Esto lo hacía el Comité Olímpico originalmente con los niveles de testosterona de les atletas. Esto ya de por sí era problemático, pues excluían incluso a mujeres cis.1 Resulta que no todas las mujeres tienen los mismo niveles de testosterona, sino que algunas tienen más que otras. Así funciona la biología. Estas exclusiones vinieron luego de una decisión de la IAAF en contra de Caster Semenya, mujer intersexual.2
-
Segunda opción: Prohibir la participación de atletas transgénero e intersexuales en las categorías de su identidad de género. ¿Debo explicar esto? No creo. Más bien dejo la foto de Mack Beggs, hombre transgénero, doble ganador estatal de lucha libre en la categoría femenina.
Mack ha pedido en repetidas ocasiones competir en la categoría masculina. No se lo han permitido.
-
Tercera opción: Darse cuenta de que el sexo no es el único factor determinante para el rendimiento atlético de una persona: técnica, peso, composición corporal, altura, capacidad pulmonar… Un buen comienzo es la categorización por peso de la UFC, en mi opinión.
Y allá ya existe un caso célebre de una luchadora profesional transgénero que es… muy buena, que ha ganado, pero no la mejor. Vamos, como las demás mujeres. Alana McLaughlin, a la derecha. a
Ahora, ahí no termina la historia.
Parte II: 💫 No existe justicia en el deporte 💫
¿Ustedes creen que el éxito de Michael Phelps se debe a pura habilidad, técnica y entrenamiento? ¿28 medallas de oro olímpicas? Uno lo pensaría, considerando que ha comparado a las nadadoras transgénero con casos de dopaje.3 Pues no, resulta que no es eso. Phelps tiene:
- Torso largo, piernas cortas, brazos largos
- Hipermovilidad en todo el cuerpo
- El doble de capacidad pulmonar normal
- La mitad de ácido láctico que el resto
¿Eso les parece justo?4
¿O entonces qué hacemos con las personas que cuentan con el gen ACTN3, ideal para correr, como Usain Bolt? ¿Las ponemos en otra categoría?5 ¿O han notado que las finales olímpicas de atletismo siempre las dominan personas africanas o afrodescendientes? ¿Comenzamos división racial para hacerlo más justo?
¿Y el tema de la altura en baloncesto? En la imagen, las selecciones femeninas de Estados Unidos y El Salvador. Las gringas ganaron 116-9. Nunca he escuchado a gente hablar mucho de justicia allí. … y eso tiene una razón simple.
Parte III: 🌟 El deporte es un espectáculo 🌟
Vale, tal vez no el deporte en sí, pero sí el deporte competitivo que es del que he estado hablando todo este tiempo. Y además no todo el deporte competitivo, sino el de alto rendimiento. Porque dudo que mucha gente se queje de mi posición ultrapromedio en trail (xd).
Alcanzar el nivel de rendimiento sobrehumano que les atletas olímpicos necesitan para competir requiere de un esfuerzo igual de sobrehumano, pero no sólo en el campo físico y psicológico, sino en el económico y temporal. O sea, les atletas profesionales necesitan plata y tiempo. Y resulta que esa plata sale de les espectadores que trabajan y pagan por ver a les mejores del mundo en su disciplina específica. Que pagan por el drama de verles esforzarse y sufrir por esa gloria de ser número 1. Y aún así están sujetos al azar.
¿La mejor parte de los Olímpicos de escalada, si me preguntas? Que haya ganado Alberto Ginés y que Narasaki y Ondra se hayan quedado por fuera del podio. Jamás me lo habría imaginado. Esos dos son simplemente los mejores en roca y boulder. Pero el espectáculo fue impresionante.
Por su lado, Janja Garnbret arrasó como esperábamos de la mejor del mundo. Muy seguramente habría podido con los problemas de la categoría masculina.
¿Pero dónde queda la justicia entonces? Una buena pregunta, porque el espectáculo de ver nadar a Phelps está en ver cómo arrasa con la competencia de profesionales. Ver a les atletas más rápidos, que superan con creces sus competidores blancxs.
El rendimiento de un atleta no se limita a su sexo. Intentar buscar sólo la “justicia” es intentar reducir a estas personas a una o dos características biológicas. Eso, o crear una categoría por cada individuo, que al final sería la única competencia justa. ¿Quién vería eso?
bueno…
¿Y entonces?
Pues no sé. Resulta que ese no es mi trabajo y tampoco estudio fisiología, medicina o deportes. No tengo idea de cómo delinear una nueva categorización específica para cada deporte. Pero sí es obvio hasta para mí que algo toca cambiar y la decisión de WA es un paso equivocado, porque (volviendo a World Athletics) su decisión no corresponde a sólo la opción #2 de excluir abiertamente a cualquier persona transgénero e intersexual, sino que le agregan un toque de misoginia al “proteger” sólo la categoría femenina. Vamos, que Janja los destroza.
Cada vez se hace más evidente que la influencia del sexo sobre el rendimiento es menor de lo que se piensa. La categorización actual no es suficiente.
Llegada a este punto no hay mucho que pueda hacer directamente. Es importante repensar los deportes desde una perspectiva más inclusiva: antes que nada están las personas, no sus genitales. El deporte existe por diversión. Son juegos, no olvidemos eso.
